MIEL

Poco voy a poder decir que no se haya dicho ya sobre la miel, pero voy a intentar resumir algunas de las propiedades que yo considero más interesantes.

Por supuesto, su sabor, color y textura depende del tipo de flores utilizadas en su realización; pero no solamente de eso! Tradicionalmente, la miel ha sido calentada y filtrada para que se mantenga líquida por más tiempo.

En un esfuerzo para evitar que suceda la cristalización natural de la miel, la mayoría de la miel comercial es calentada y pasteurizada, eliminando su fragancia y cambiando su composición química. Y es durante este proceso de pasteurización que gran parte del contenido nutricional de la miel cruda es destruido: la mayoría de antioxidantes, enzimas y vitaminas desaparecen.

Pero, ¿cómo saber que la miel que compramos es miel cruda y no miel comercial tratada? Pues el mejor indicador es la presencia de polen en la miel, ¿Y cómo podemos saber esto?. La verdad es que lo mejor será  buscar a un apicultor local e investigar sobre sus prácticas, porque comprar miel cruda tampoco es sinónimo de miel libre de químicos.

Y ¿por qué queremos conseguir miel cruda y sin químicos?, pues porque esta miel tiene propiedades anti bacterianas. Hay varios estudios (aquí dejo uno: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16099322/) que han demostrado su efectividad contra docenas de cepas.

Y es su acidez, y las pequeñas cantidades de peróxido de hidrógeno (depositado por la abejas para sintetizar la miel), las que le confieren estas propiedades anti bacterianas.

Entre sus múltiples aplicaciones medicinales, me gustaría destacar sus aplicaciones en úlceras de estómago, diarrea, quemaduras y cortes cutáneos, o para el resfriado.

Sin embargo, no debemos olvidar la composición de la miel es principalmente fructosa (38%), y glucosa (31%), es decir, azúcar en casi un 70%, por lo que su ingesta deberá ser moderada.

Como dato curioso, cabe destacar que la asociación Americana del Corazón (AHA), recomienda una ingesta diaria de azúcares añadidos (incluida la miel cruda) no superior a 100 cal para mujeres, e inferior a 150 cal para hombres.